Dolor o Sufrimiento, ¿Qué es lo que siento?
Muchas personas, seguramente la gran mayoria de personas, creen que estas dos palabras del título son semejantes, sinónimas. Pues he de decir que dentro de la terminología del plano emocional, son opuestas, antónimas por necesidad. Suele creerse que el significado que ambas tienen esta relacionado con el padecer ante una dolencia, ya sea física o emocional. Pero cabe destacar que una de ellas está envuelta con una connotación mucho más amplia que la otra.
Entendemos por "Sufrimiento" al padecer inconsolable de una persona, la cual se encuentra inmersa en una problemática que la desborda por completo. El sufrimiento invalida a quien lo padece; no le deja actuar dado que tan solo su estado de malestar ocupa su racionalidad. Tiene una carga cognitiva muy reseñable, desde un punto de vista negativo, que incita a la persona a revolverse en sus pensamientos de pesimismo, desesperanza e insatisfacción vital.
Por otra parte, se entiende por "Dolor" al malestar que una persona siente tras el padecimiento de una problemática, dado que esa problemática ha causado estragos en la vida de esa persona, por el derrumbamiento de determinados esquemas mentales que tenía establecidos hasta el momento.
Hasta aquí ambos conceptos parecen similares. Entonces, ¿dónde está la diferencia?
La diferencia reside entorno a que la persona que sufre, no actúa, se deja llevar, pero sin participar en la partida que le otorgará como premio su propio bienestar. En cambio, la persona que siente dolor se puede permitir, aun sintiendo malestar, actuar para mejorar; no se regocija en lo mal que lo está pasando, si no que, a sabiendas de que lo pasa mal, verdaderamente presenta voluntad de recuperación.
El dolor se puede pasar, en cambio el sufrimiento, en ocasiones, se eterniza en la persona que lo siente. Seguro que todos conocemos a esas personas que llevan años inmersas en un mundo de escalas de grises, de quejas, de padecimientos, de no saber actuar y de que todo lo que sucede en sus vidas (por bueno que sea) carece de sentido, dado que el malestar que sienten les impide ver más allá de su propia insatisfacción vital. Es muy complejo que estas personas, o más bien tipos de personalidades, puedan mejorar, pues su vida entera es estar mal, todo ronda entorno a ello; es su zona de confort y, tras tantos años actuando y pensando con ese esquema mental, es tedioso salir en busca de la mejoría, a no ser que, un día, comiencen a darse cuenta qué es lo que de verdad les duele y que ellos, como personas, son lo verdaderamente importante.
En muchas ocasiones cuando digo que el dolor es sano y necesario y el sufrimiento no, la gente no lo entiende y me dice: "¿pero cómo va a ser sano y necesario que te duele algo malo que te pase?" A lo cual yo les contesto: "Del mismo modo que es sano y necesario que te duela el estómago para saber que algo no va bien ahí dentro y necesitas tratamiento"
El dolor es el primer indicador de que necesito ayuda, si no siento dolor, no sentiré la necesidad de ser ayudado o de recibir tratamiento. El dolor nos permite ver el foco del problema y poder actuar en consecuencia, en cambio el sufrimiento es el quejarse, si lo comparamos con los problemas médicos. Por mucho que me queje (por mucho que sufra) no me va a doler menos sino pongo remedio.
En definitiva, si sientes DOLOR, evita el SUFRIMIENTO y busca ayuda.